miércoles, 30 de octubre de 2013

12: Pétalos de Luz!


La Colonia Submarina

Dejé mi cuerpo físico sentado a la mesa de nuestro Grupo Espírita, del cual formo parte como médium. El Guía me esperaba ya frente a nuestra sede y en ese instante noté la presencia de "seres deformados" que querían obstruir mi pasaje; por un instante tuve miedo, sin embargo Rarafath, con una sonrisa me dio la mano y abordé su pequeño "disco volador".Levantamos vuelo y subimos bastante hasta ver la Tierra en toda su plenitud y belleza. A continuación comenzamos el descenso, y en fracción de segundos nos sumergimos en el Océano Pacífico, en las aguas que bañan los Estados Unidos. Fuimos descendiendo hasta las profundidades de aquellas aguas cristalinas; descendíamos gradualmente apreciando la riqueza y exuberancia de la flora y fauna marina.A medida que descendíamos todo a nuestro alrededor se veía hasta en sus mínimos detalles, como si estuviéramos al aire libre y a plena luz del sol. Admirada con ese inusitado fenómeno, pregunté a mi guía el motivo de tanta claridad. El me explicó que la fricción de las aguas en el fuselaje del disco ponía en funcionamiento la estructura del mismo que, a su vez, transformaba esa energía en luz aclarando todo a su alrededor a una distancia considerable.Cerca de nosotros pasaron peces hermosos y exóticos de variadas formas, tamaños y matices. Desfilaron ante nuestros ojos atónitos un elenco de corales, conchas, moluscos, crustáceos y algas marinas, así como otros habitantes de allá. Aprovechando la ocasión Rarafath me dijo que en ese momento las algas están siendo estudiadas para constituir en el futuro uno de los principales alimentos de los terráqueos. Finalmente, alcanzamos las profundidades del océano. Rarafath se dirigió un lugar determinado que me pareció ser la entrada de una gruta. Pasamos por ahí y después de algún tiempo salimos a un lugar abierto con área muy grande. En aquella inmensa región oceánica nos topamos con una "Ciudad Acuática".La ciudad o colonia está envuelta por una gigantesca burbuja transparente que la separa de las aguas. Por una de sus entradas traspasamos el obstáculo - la burbuja - y fuimos recibidos por dos de sus habitantes, que parecían pertenecer a alguna afiliación. Se aproximaron y nos dieron la bienvenida. Los observé atentamente a fin de que más tarde pudiera describirlos.Los habitantes de aquella ciudad son altos, de porte majestuoso, cuerpos cubiertos de algo que me pareció eran escamas. Sus cabezas, también cubiertas de escamas, son proporcionales al cuerpo; sus orejas afiladas en los extremos, también proporcionales a la cabeza; ojos grandes que irradian cordialidad e inteligencia; poseen fosas nasales y su boca se asemejan a la de los peces. Poseen miembros superiores e inferiores, los cuales terminan como pies semejantes a los de los patos; sus manos tienen membranas entre los dedos. Lo que diferencia al hombre de la mujer es que en ellas las escamas son mayores. Respiran normalmente dentro y fuera del agua, y eso representa una de sus conquistas en el perfeccionamiento del cuerpo físico para una mejor adaptación al ambiente.Iniciamos un diálogo telepático en aquel "mundo extraño y desconocido" para nosotros de la superficie, con el consentimiento de mi guía.
Pregunta - ¿Son ustedes de aquí del planeta Tierra?
Respuesta - No, aunque estamos aquí desde hace millares de años.
P - ¿Siempre han tenido esa forma?
R - No. Desenvolvimos este físico para movernos mejor, con más rapidez y seguridad en el mundo acuático, y también para no espantar su fauna.
P - ¿Poseen algunos medios de transporte?
R - Si, poseemos medios de transporte que nos llevan a lugares distantes, pues también cuidamos la seguridad y la perpetuación de la raza humana, la preservación de las especies marinas y acompañamos atentamente su vida cotidiana a través de nuestros "observatorios".
P - ¿Si no son de aquí, de dónde vienen entonces?
R - Somos reminiscencias de un planeta perteneciente a una galaxia vecina a ustedes, el cual estaba constituido de más o menos un 90 % de agua, y se encontraba en una inminente colisión con un asteroide; cosa que acabó ocurriendo. Algún tiempo antes del choque, todos sus habitantes merecedores tuvieron aviso y auxilio para abandonar aquel mundo. Entonces, salimos a la búsqueda de otra "casa" para que nos abrigue y poder establecernos. Como aquel que busca, encuentra, entonces encontramos este lindo planeta que, más allá de su volumen de agua ser cercano al nuestro, el clima también fue compatible.
Aquí permanecemos por habernos adaptado y gustado la manera como vivimos. Hoy procuramos defender estas mismas aguas que los seres humanos están transformando en depósito de sus desperdicios.
Aquí nos mantendremos ayudando a la humanidad.
Nos invitó, enseguida, a visitarlo cuando quisiéramos, pues seríamos bienvenidos y nos mostraría su Ciudad y la manera como ellos vivían.
Nota: Nunca más tuvimos noticia del aquel pueblo, pues ese viaje astral se dio el 9 de septiembre de 1985 y la médium nunca más quiso hacer viajes fuera del cuerpo físico. Un ciclo de revelaciones fue interrumpido una vez más, tanto como muchos otros a los que nos referimos en la presentación de este singular libro.



Diálogo entre un médium del GER y Rarafath, un habitante de Stelta

P - ¿Hermano, realmente habrá esa reforma tan hablada en nuestro planeta?
R - Si la habrá.
P - ¿Algunos dicen que el proceso fue ya adelantado?
R - En la ciudad subterránea que construimos todo ya esta listo.
P - Nosotros los de la superficie ¿iremos para allá debido a los tristes acontecimientos venideros?
R - Tal vez la ciudad no pueda ser utilizada como fue programado, tal es la gravedad de las convulsiones en el planeta.
P - ¿De qué modo ayudarán a aquellos cuyas vidas deben ser preservadas?
R - Debido a los imprevistos que puedan ocurrir, fue convocada por los habitantes de Stelta una Nave-Madre a la Gran Fraternidad Blanca Universal.
P - ¿Ustedes siempre viven en Stelta?
R - No. Nosotros estamos desde hace tiempo organizando la ciudad de Stelta, pero no somos del planeta Tierra. En nuestro mundo de origen vivimos en el interior del planeta; por eso, fuimos escogidos para tal empresa debido a nuestra experiencia. Tal vez todo nuestro esfuerzo se torne inútil, pero si eso sucediera no quedaríamos frustrados. Nosotros amamos a la humanidad terrena y los planes ejecutados están en riesgo de ser o no aprovechados.
Paz en nombre del Maestro.

Rarafath, el 25/01/88

 
Un Hospital Intraterrestre
 
En este viaje comenzamos a subir, aparentemente sin rumbo y subimos más, ... hasta ver la Tierra como una estrella muy brillante; pasamos cerca de artefactos fabricados por seres humanos como medios de observación del espacio hacia la Tierra, cuando repentinamente el Mentor me llamó la atención hacia una cosa maravillosa y emocionante. Esa "cosa" era el Cometa Halley, que surcaba el cielo con su vertiginosa velocidad, dejando atrás su estela de kilómetros luz. El espectáculo es tan lindo y grandioso que quedé fascinada mirando aquella divina obra del Padre. Pregunté si algún mal podría venir para la tierra debido a su pasaje y de su rápida explicación concluí que no.
Contemplamos el majestuoso astro por algún tiempo y después volamos rumbo a Stelta, patria de Rarafath, donde fui conducida hacia un hospital, lugar para el tratamiento de mi dolor de cabeza. Me llevaron hacia una cámara transparente semejante a una urna y después de acostarme colocaron la tapa. Detrás de ella quedaba un panel con todos sus botones donde fueron conectados algunos cables. Sentía perfectamente una descarga eléctrica en mi cabeza. Tal descarga me trajo un gran alivio. Pasado algún tiempo me sacaron de la cámara. Me encontré con Rarafatn y regresamos al Centro donde calmadamente tomé mi cuerpo físico.
Así terminó mi viaje a aquella hermosa y avanzada civilización que tantas veces ya citara en cuerpo astral, dando origen al pequeño libro editado por el Grupo de Estudios Ramatís titulado "Los Intraterrestres de Stelta".

Viaje astral, el 28/10/85

 
Fe
 
Cuando parezca muy cercana la victoria de las Tinieblas y de la ignorancia sobre la luz de los que sueñan; Cuando parezca inútil la lucha por la paz por haberse agotado todos los esfuerzos para ese fin; Cuando el desentendimiento entre las Naciones supere el climax de la desesperación; Cuando astillas de violencias alcancen a los que trabajan en dirección del bien; Cuando los horrores de la destrucción impriman en las criaturas las marcas del desánimo; Cuando el sonido de las trompetas de guerra retumben en los corazones amargados; Cuando la devastación de las labranzas por las plagas consuman los últimos hilos de esperanza; aún habrán de tener fe, pues habrá llegado la hora en que llevaremos a aquellos que fueron escogidos, pues ellos mismos escogieron el camino que los llevará hasta nosotros.
Arfat, un intraterrestre, el 28/07/84
 
Observación: Este hermano nuestro es habitante de un mundo subterráneo llamado Stelta. El y otros seres de su mundo llevaron, en cuerpo astral varias veces, a una médium del GESJ para conocer diversos sectores y la vida en Stelta. Consulte nuestro pequeño libro: "Los Intraterrestres de Stelta".

 
Un paseo hasta la entrada de una ciudad Intra
 
Salí con Rarafath como siempre en un "disco volador", después de dar un paseo por el espacio sideral pasando por entre planetas y meteoritos y ver de lejos otras galaxias, nuestra querida Tierra parece una pequeñita estrella en esa inmensidad del universo sin fin. Y, a medida que nos aproximamos de regreso, su luz iba aumentando y gradualmente comenzando a aparecer su contorno hasta distinguir la forma de sus mares, ríos y continentes. Y así comenzamos a recorrer una región donde los árboles alcanzan una altura difícil de imaginar y donde el verde es más verde en su variada tonalidad. Penetrar en esta selva simplemente me pareció casi imposible pero vencimos esa barrera porque nuestro cuerpo no era material. Llegamos a un lugar donde muy bien camuflada existía una entrada, y ésta se abrió cuando nos detuvimos ahí, surgiendo en ese momento un ser pequeño y de mirada mansa. Rarafath me dijo que estábamos frente a uno de los "guardianes de la entrada".
Me presentó al guardián. En esta ocasión no entramos para conocer la ciudad y sus habitantes. De ahí mismo regresamos.
Viaje astral, el 15/07/85
 
 
 
 
 
Visita a una Ciudad Intra y su Guardián
 
 
En un segundo viaje, antes de penetrar hacia el interior de la tierra, recorrimos algunos países como son: Japón, China, Estados Unidos, Rusia, entre otros.
Durante el pasaje por Japón vimos sus templos y sus casas con bellos y bien cuidados jardines. En una de ellas, una familia hacía su reflexión con todo el ritual exigido por la tradición de aquel pueblo. Todos usaban kimonos y estaban sentados sobre almohadas alrededor de la mesa.
En China vimos las pagodas y los caminos llenos de gente, así como numerosas plantaciones.
En Estados Unidos visitamos la Casa Blanca, el Capitolio, sus haciendas y campos, su vida agitada y también una ciudad del interior, muy calmada y tranquila, con sus casas rodeadas de jardines, donde niños corrían y brincaban alegremente.
En Rusia vi el Kremlin, los caminos cubiertos de nieve y la gente abrigada con ropas de piel, las cabezas cubiertas protegiéndose del intenso frío.
En este viaje no salimos directamente para ver esos países, sino que se tornó un hábito en estos paseos antes de alcanzar el lugar predeterminado dar una vuelta en torno a nuestro planeta. Finalmente, llegamos a un lugar destinado para nuestros estudios. Esta vez observé con más calma y cuidado la "entrada" de aquel "mundo intraterrestre". Llegamos hasta el pasaje en el que vimos apenas la entrada en la visita anterior. Describiré lo que vi de la mejor manera posible:
La puerta tiene una forma triangular y es amarilla, similar al oro, trabajada en alto relieve con figuras triangulares adquiriendo formas piramidales. Una vez nos detuvimos, la puerta se abrió y apareció su "guardián", quien era bajo, con un metro y veinte, cuerpo proporcional a su altura y la cabeza afilada hacia el mentón, ojos oblicuos irradiando inteligencia y la boca pequeña. No vi nariz y sus orejas eran prominentes y puntiagudas; sus miembros inferiores y superiores eran proporcionales a su tamaño. En las manos apenas noté el pulgar, pues los demás dedos estaban unidos, así como los pies que tenían la misma forma. Esta característica de pies y manos no quiere decir que sean descendientes de seres submarinos que usaban los pies y manos como aletas, sino por constitución congénita, en que sus órganos van perdiendo o perfeccionando su forma de acuerdo a la función que desempeñan como fruto de la evolución de la raza. En este caso manos y pies teniendo apenas el pulgar separado, en los pies permitían el equilibrio y la sustentación del cuerpo; mientras que en las manos ayudaban a agarrar objetos a manera de pinza, con mucha más firmeza. En seguida, entramos conducidos por él.
Recorrimos un camino en forma de túnel en declive, lo que me pareció un largo trayecto, cuando llegamos hasta el otro lado vislumbramos una ciudad, y luego noté la diferencia en la coloración de las construcciones, ya que en Stelta - Ciudad Intraterrestre - el color básico era ceniza, mientras que aquí era marrón.
Distraída, mirando las características de la ciudad, no me percaté que habíamos llegado a determinado lugar semejante a una plataforma de aterrizaje en la que precisamente descendimos. Había una pequeña comitiva que nos esperaba para darnos la bienvenida. Eran seres de ambos sexos, porque así me fue dicho, ya que no podían percibirse a simple vista dada la gran semejanza existente entre el hombre y la mujer. Todos se vestían igualmente con ropa ajustada y plateada.
Las presentaciones se dieron en un clima de paz y sinceridad. En esta ocasión no hubo paseo por la ciudad para conocerla. Rarafath me dijo que regresaríamos en otras ocasiones con esa intención. Al salir nuestro amigo nos dijo llamarse Palacus y que el nombre de su ciudad era Centaurus.
De ahí regresamos por el mismo túnel y de ahí salimos hacia el espacio libre de la superficie. De esta manera terminó el viaje en paz y tranquilidad, con Rarafath dejándome a la puerta del Centro Espírita donde se encontraba mi cuerpo físico en reunión.
 
Viaje Astral, el 22/07/85
 
 
 
Centaurus - Una Ciudad Intraterrestre
 
 
Al encontrarme con mi guía en la salida del Centro, me dio la mano y entramos al "Disco". Nuestro paseo en esta ocasión fue por el espacio, y de esta manera pasamos por un satélite espacial y por otros aparatos creados por el ser humano, que los envía hacia el espacio con la intención de conseguir nuevos descubrimientos. Continuando con el viaje fuimos a dar con nuestro destino, que era la ciudad llamada Centaurus.
Llegamos, la puerta se abrió y seguimos el mismo itinerario del viaje anterior, sólo que en esta ocasión estábamos solos y nadie nos esperaba. Empezamos a recorrer todos los lugares por fuera. Vimos el hospital y el teatro o palacio cultural con sus enormes columnas. Es limitado y bonito, presentando escaleras exteriores e interiores, techo abovedado con paredes pintadas de temas artísticos y escenas de la vida de ese pueblo. También, existe un palco donde los artistas representan sus piezas teatrales o musicales, vestidos con ropajes bastante coloridos y apropiados para cada presentación. El público que asiste a los espectáculos es de este mismo pueblo o invitados de otras colonias existentes en el interior de la tierra. El intercambio entre ellos es muy grande y fuerte. La comunicación entre esos pueblos se hace telepáticamente o por medio de microondas. Todos trabajan en conjunto para la paz y la concordia en nuestro planeta tan atribulado, que está pasando por días llenos de expectativas en cuanto a su futuro.
La sede central del gobierno reside en un Palacio Gubernamental. Es una construcción imponente de acuerdo a la dignidad del cargo, sin embargo situada dentro de los límites de la mesura que el buen gusto requiere, sin el lujo ni lo superfluo. El exterior del palacio está sostenido por altas columnas señoriales, con una escalera majestuosa que da acceso hacia la parte interna.
Pasamos también por el "Observatorio", donde existe un sistema de captación de imágenes y noticias semejante al de Stelta, con una gran pantalla donde son proyectadas las escenas que más les interesan sobre la vida en la faz de la Tierra. En las pantallas menores son escudriñados todos los cuadrantes de la superficie terrestre, sin dejar de escapar nada que les interese en materia de seguridad, fauna, flora, cambios en cauces de ríos y alteraciones climáticas y atmosféricas. Sus campos y plantaciones están bien cultivadas. Existen árboles muy verdes, altos y majestuosos, así como también hay campos con plantaciones rastreras.
La ciudad es enorme y son abundantes los árboles frutales, las selvas con su madera y muchas interesantes y bonitas plantas ornamentales, también cultivadas por aquel pueblo para beneficiar y alegrar a aquellos que fueran "escogidos" para habitar ahí por tiempo indefinido con el fin de no sentir tanto el cambio de ambiente.
Su fauna está constituida por aves y animales de grande y pequeño porte, preservados para poder dar continuidad en el futuro a las especies en la superficie del planeta, donde las especies raras están desapareciendo debido a la depredación humana. Mejor dicho, no es para admirarse, cuando vemos el ser humano parece trabajar ávidamente en el sentido de destruir la propia raza humana.
Siguiendo con nuestro estudio fuimos a ver un "campo de aterrizaje" de discos voladores. Allá vimos una inmensa "Nave-Madre" y centenares de discos pequeños como si fuesen sus hijos. Rarafath me dijo que esta civilización que es muy parecida a la suya, sólo que un poco menos evolucionada, pero, como ellos, también tenían la misión de observar y aminorar los daños, en la medida de lo posible, ocasionados a la naturaleza por los seres humanos. Me dijo también que existen también otras colonias intraterrestres y acuáticas, las cuales visitaremos en un futuro próximo.
Aquí termina uno más de mis viajes visitando una de las moradas de la "Casa del Padre".
 
Viaje Astral, el 05/08/85
 

 
 
Un Gigantesco Observatorio Intraterrestre
 
 
En esta noche, cuando salí para mi "paseo astral", vi nuevamente "Seres de aspecto animalesco" parados fuera del Centro. Quedé atemorizada y retrocedí. Sin embargo, analizando que mi miedo no se justificaba porque ese incidente ya había sucedido otras veces regresé hacia el frente de la casa y encontré a Rarafath, quien ya estaba desde el inicio esperándome. Me dio una mirada de bienvenida y entramos en la "pequeña nave".
¡Nos dirigimos hacia el espacio infinito!…A medida que subíamos y ganábamos altura veíamos que la Tierra se iba reduciendo. Son visiones de tanta belleza que despertaron en lo íntimo de mi ser sublimes emociones. Es una pena no poder traducir hacia los lectores toda la belleza celeste del panorama que aparecía ante mis ojos espirituales…Después, descendimos cada vez más hasta que llegamos a una región congelada de la Tierra, la cual no se decir donde se encontraba, pues no pregunté si era el Polo Norte o Polo Sur. Llegamos a determinado punto y comenzamos a entrar a un lugar como si fuera un túnel hecho en el hielo. Después de algún tiempo salimos a una hermosa región, donde el verde era más verde, los árboles enormes y las copas de los árboles daban su sombra acogedora. Había una playa digna de ser vista, con sus áreas limpias y claras aguas. Vi tanto en los árboles como en el agua varias especies de animales.
Rarafath me llevó enseguida hacia un lugar donde había una enorme pantalla, la cual forma parte de un complejo científico con telescopios y todo el equipo necesario para observaciones de largo alcance instalados en una construcción para tal fin.
En la pantalla apareció un maremoto con olas gigantescas, en las cuales pude observar personas intentando salvarse. Rarafath me aclaró que ahí estaba instalado un "Poderoso Observatorio" a través del cual los intraterrestres se percataban de lo que ocurría en la corteza de la Tierra. En ese viaje no conocí a ningún habitante de aquellas regiones. Pude observar también que estando bajo una región gélida la temperatura ambiental era cálida y muy agradable.
Regresamos por el mismo camino pasando por la región polar con su eterna montaña de hielo y fuimos directo hacia el Centro, donde después de despedirme de mi guía entré y tomé nuevamente mi cuerpo físico, contando a todos mis compañeros lo que me fue dado ver en esta "salida en cuerpo astral".

Viaje Astral, el 16/09/85






Columbus
 
Como siempre, cuando dejé mi cuerpo físico y salí de la sala de reuniones, me encontré a Rarafath sonriendo a mi espera. Nos saludamos, nos dimos las manos y nos dirigimos hacia nuestro acostumbrado medio de transporte (el pequeño "disco volador"), para el paseo, cual relámpago, nos permitía navegar el Cosmos.
En esa ocasión, a medida que nos apartábamos veíamos con más nitidez los detalles de América del Sur. A la vez que nos apartábamos velozmente caíamos en una sumergida vertiginosa sobre América del Norte y entramos al Océano Pacífico, llegando hasta una gruta submarina. Después de recorrer cierta distancia, salimos hacia un amplio salón. En ese salón se observaba un ir y venir de personas, como ocupadas con alguna cosa muy importante; aún no entendía lo que pasaba ni lo que hacían. Nadie se dirigió hacia nosotros; era como si estuvieran bastante acostumbrados con la llegada de visitantes. Rarafath y yo nos dirigimos hacia uno de los lados y entramos a un "transporte" que se movía sobre un riel.
Nos movimos por un largo túnel a gran velocidad y salimos en una ciudad subterránea llamada Columbus.
La primera visión fue maravillosa. Sus construcciones son hechas en planos elevados, sobre pilares centrales. En tales construcciones están las sedes gubernamentales. Unos planos quedan más altos que otros, todo con mucho equilibrio y belleza, dando una visión en conjunto para quien mira, de que todo flota en el aire.
Las construcciones de Columbus son color ceniza, recordando a Stelta; es como si fueran construidas con cimiento y sin pintar. Unas tienen ventanas con vitrales en la parte externa y otros no, sólo con paredes. El monoriel rodea las construcciones, subiendo y descendiendo, y haciendo sus paradas en lugares donde algún pasajero tenga que bajar. Nosotros descendimos frente a un "planetario". Esperaba por nosotros una criatura muy parecida a Rarafath. Me presentaron a esa persona y me dijo su nombre, el cual olvidé. Muy amable nos invitó a seguirlo, lo que hicimos con gusto. Todo me pareció muy natural y era como si nuestra visita hubiera sido programada y él nos estuviera esperando.
A continuación, nos encaminamos hacia el interior de la construcción y, por lo que pude observar, deduje que era un "observatorio". Como en la ciudad de Stelta, existía ahí un enorme recinto con varias pantallas en las que pasaban escenas del exterior de la Tierra. Las que más me llamaron la atención fueron: imágenes del presidente Reagan conversando con alguien que no pude identificar. En otra pantalla, me mostraron escenas de guerras, en las que aparecían muchos negros. En otra, explosiones de bombas detonadas en los mares, y en una de esas detonaciones hubo un chorro de agua a gran altura, con una caída brusca, en su punto de partida. Me dijo que las detonaciones submarinas ocasionan maremotos y terremotos, como lo que ocurrió con México recientemente.
Continuamos mirando atentamente. En otra pantalla, estudiaban un ciclón que con su fuerza increíble derrumbaba todo lo que encontraba a su paso. Pidiendo una explicación al respecto de aquel servicio que examinaba detalles, de manera ininterrumpida, de ciertos sectores y actividades existentes en la superficie terráquea, se justificó afirmando que la gran belicosidad demostrada por los Estados Unidos, Rusia y otras grandes potencias, los obliga a estar atentos y vigilantes día y noche.
En la sala no sólo estaban esas pantallas, sino que pantallas menores se encontraban también, en las que se pasaban hechos notables de otros países, siendo cuidadosamente anotados y archivados por los operadores de aquellos aparatos. En ese día, sólo este salón me fue mostrado. Regresaré allá en otras ocasiones.
Viaje Astral, el 11/11/85
 
 
 
 
Un Viaje con Ashmaron
 
Sintiéndome libre del cuerpo salí de la sala de reuniones por la ventana.
Afuera vi una nave plateada pequeña suspendida a más o menos 10 m de altura. Fui hasta allá y la puerta se abrió y, dado que ya estoy acostumbrado a hacer esos paseos dentro de pequeñas naves en otra dimensión, entonces entré por mi mismo tranquilamente. No había nadie, ni fuera ni dentro de la nave. Instantes después sentí una sensación extraña en la nave y, sin que yo supiera explicar el motivo, ésta explotó provocando un gran estruendo y claridad. No entendí nada, pero de cualquier forma cuando esto aconteció yo ya estaba afuera. No había nadie a mi lado, sin embargo sabía que no estaba en un sueño.
Percibí entonces una esfera de luz transparente y amarilla de 2 m de diámetro más o menos y poco después estaba en su interior. Comenzamos a viajar. Subimos a lo alto y sobrevolamos montañas que me parecieron estar en Domingo Martins (Brasil), ciudad del interior de Espíritu Santo. Enseguida, nos sumergimos en un valle profundo por entre las copas de los árboles, sintiendo agradables perfumes de la vegetación.
Después del paseo, subimos muy alto sobre Brasil Central, y después nos dirigimos hacia el Sur de Mato Grosso. Alcanzando el "interior de la Tierra", nos detuvimos en un lugar pequeño y oscuro. Percibí un pequeño tren con vagones, lo que me recordó una mina. Nos embarcamos en el pequeño tren que inició un viaje rápido y sin conductor aparente. Creo que una computadora controlaba sus movimientos.
Llegamos a determinado lugar que también estaba en penumbras. Vi un objeto en forma de paralelepípedo y casi negro. Después observé que uno de esos estaba ya en el vagón. Entramos nuevamente al tren y comenzó a moverse. Presentí que íbamos a regresar al lugar de partida. Al llegar ahí el tren se detuvo y salí cerca de un objeto oscuro. Fui llevado a colocar aquel material en una apertura de una máquina, el cual descendió hasta el fondo. Entonces vi una ciudad subterránea que se iluminó. El espectáculo era increíble ante mis ojos atónitos, pues hasta aquel momento todo estaba casi a oscuras.
Mientras apreciaba la belleza del escenario recibí información de que aquel material se llamaba MEGANATON y que un pedazo de aquel era suficiente para generar una energía para toda la ciudad por un año. Había, al final de la línea del tren, un almacenaje del material para abastecer la ciudad durante los próximos 100 años.
Salimos de ahí, con mi invisible acompañante, y volamos muy alto nuevamente, como si estuviésemos en una nave, y vimos el Océano Atlántico. Descendimos rápidamente en dirección al Golfo de México, y nos detuvimos en determinado punto casi tocando el agua con los pies. Había algo con una prolongación inferior del cuerpo (especie de sonda) que entraba al agua hasta el fondo trayendo de vuelta una respuesta de que el lugar no era ese. Yo no sabía lo que buscábamos, pues nada me había sido dicho. Después de 5 intentos sentí que algo se iluminaba del fondo del agua hasta mi cuerpo y percibí que finalmente hallamos lo que buscábamos. Sólo que yo no sabía que era.
Repentinamente, fui llevado hasta el fondo del Océano. Al tocar el área me sentí atravesado, como si yo mismo fuera agua, envolviendo todo y permaneciendo uno solo. Difícil de explicar, me falta elocuencia para traducir esa fantástica sensación. Atravesé la tierra en segundos y ya estaba del otro lado, reconociendo la posibilidad de atravesar el universo si quisiera. Pero decidí regresar al lugar de nuestras reuniones.
Llegando, pregunté mentalmente quien me había conducido durante el paseo y recibí como respuesta el nombre de ASHMARON. Escuché de que no le era posible hacerse visible en su verdadera forma debido a las dificultades ambientales. Noté que yo estaba en cuerpo astral, teniendo una percepción muy superior a la del cuerpo físico.
 
Viaje Astral, el 10/01/86
 



Misión Intraterrestre - Limpieza de la Tierra

Fui llevada desde Centro Espírita hacia un lugar, que percibí era una especie de antesala a una ciudad subterránea localizada al sur de Minas Gerais, Brasil (paralelo 22°, meridiano 45°, región al sur del Ecuador y al oeste del meridiano de Greenwich).
Mis guías eran seres pequeños, poco más de 1 metro de altura, sin cabellos y delgados. Físicamente se asemejaban a un niño delgado de 5 años de edad.
Me pareció que sus cuerpos eran menos densos que los nuestros.
Tienen ojos grandes y claros. Parecen inocentes; su mirada irradia tranquilidad.
Dependiendo de la situación, sus cuerpos irradian una especie de energía principalmente de la frente y del tórax.
Me sentía segura a su lado.
En una especie de antesala me encontré con cinco personas más como yo: dos de Río de Janeiro, una de Brasilia, una de Jundiaí, una de Belem do Pará y otra de Espíritu Santo.
Todos fuimos llevados por seres parecidos a aquellos que me guiaron hasta ahí.
Eramos tres parejas: una joven, entre 23 y 30 años; otra un poco mayor, entre 30 y 40 y la tercera entre 50 y 60 años.
Tomamos una especie de baño de luz y percibí que estaban haciendo una limpieza en nuestros cuerpos.
Luego entramos a una sala muy grande. Vi aparatos que parecían sofisticadas computadoras. Muchas pantallas retrataban varias partes de la Tierra, en varios niveles, tanto en el plano físico como en el astral, no sólo de la superficie sino también de las profundidades.
En algunas pantallas vi ríos y océanos. Percibí que aparatos detectaban donde la contaminación era más intensa, no sólo aquella de las industrias y fábricas sino también la contaminación mental y radioactiva.
Se me permitió saber que todo aquel complejo subterráneo, del cual sólo estaba conociendo una pequeña parte, se ocupaba de la limpieza del planeta.
Ellos detectaban los lugares críticos y proporcionaban una limpieza a nivel físico y astral (creo que este trabajo alcanzaba también otros planos). No me fue posible percibir ni precisar el porcentaje de éxito en esa empresa, pero creo que alcanzaba más del 50%.
Existen otros núcleos como este en otros puntos del planeta.

Viaje Astral, en 1988
 

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