sábado, 7 de septiembre de 2013

La Bandera del Bien


Paz en todos los cuadrantes del planeta, paz en sus corazones. Aquí quien les habla es la energía manifestada de su Comandante, que se hace presente ante ustedes.
Que la Luz Divina brille en cada corazón humano.
Para los corazones dispuestos a servir no hay barreras, no hay obstáculos; así, estamos junto a todos aquellos que se disponen a servir humildemente a este planeta.
Los dolores se esparcen. El ser humano insiste en inundar la Tierra con su egoísmo, con su sed de poder, con su ilimitada ambición. Llevan sufrimientos a sus hermanos. Siembran la discordia, pero cosecharán sufrimientos, pues ésta es la única manera de alcanzar la redención. En sus consciencias reflexionarán sobre los errores perpetrados.
Nosotros, servidores de lo Alto, nos colocamos listos para ayudar en todas las tareas, para coordinar y supervisar este proceso. Estamos entre ustedes, manifestándonos con extrema dificultad, pero nuestra energía permea todo su trabajo. Nuestras naves proyectan toda Luz sobre cada tarea que es encomendada a ustedes. Su valor en servir les mantiene unidos a nuestro propósito y a nuestro trabajo. Desde el principio nos hicimos presentes trayéndoles instrucciones directas para que pudiesen recorrer con seguridad el camino tortuoso que les lleva al rescate, al socorro de sus hermanos.
Donde hay mentes abiertas para oir nuestros mensajes y ejecutar los planes mayores, ahí nos hacemos presentes. El trabajo desenvuelto por este pequeño Grupo de servicio, en este momento, es de extrema importancia y la energía emanada de aquí se une a otros Grupos, transformándose en nuestras herramientas de trabajo en el plano físico.
Hoy tienen en sus mentes la claridad de que el trabajo desinteresado y la fe fecunda son los únicos medios capaces de proporcionar la llegada hacia la Nueva Era de Amor y Luz que se hará en la Tierra.
Estaremos pasando nuestros mensajes a todos aquellos que se dispusieran a abrir sus corazones a Nuestra Presencia. En este trabajo no hay personalismos, no importa quienes sean los seres encarnados que esten recibiendo nuestras Gotas de Luz; todos aquellos que extendieran sus manos a lo Alto recibirán nuestro Amor, nuestra fuerza, nuestro estímulo para proseguir. Estén siempre dispuestos a ondear la Bandera del Bien, a levantar las Espadas de la Luz y a luchar incansablemente en pro de la Causa Mayor de la Luz que se establecerá definitivamente en este Planeta.
Me despido dejando a todos ustedes la energía del valor, pues sin temor deben seguir venciendo todas las batallas, sean ellas internas o externas, en pro de la redención de este Planeta. Reciban en sus corazones el Amor del Cristo y que la Luz, que del cielo les guía, brille en cada uno de ustedes.
Su Comandante,

Ashtar Sheran
(Mensaje psicofónico, recibido el 30 de abril de 1999, por un médium del GER)


Despójense de Todo

Que las bendiciones del Divino Maestro Jesús, Sananda, estén en sus corazones.
Hermanos, no construyan cárceles para aprisionar sus almas. Despójense de todo cuanto les ata e impide el desenvolvimiento de su caminata.
Libérense de los sentimientos desmedidos, pues sus vínculos con los bienes terrenos, con sus seres queridos, con ideas y hábitos, de una manera muy densa, significa un obstáculo para su evolución. No se aprisionen por cualquier tipo de lazo, sea afectivo o material, pues cuando sus almas estén libres podrán dirigir su energía en pro de la humanidad y así, su Luz brilla y se hermana a Nosotros. De esa manera podemos suministrar el bálsamo angélico para disminuir los dolores y sufrimientos de sus hermanos.
Cuando sus corazones se postran en súplicas por la humanidad, entonces de su interior surge una Luz inmensa que armoniza, que cura y que libera. Cada ser humano que se olvida de sí y se coloca en estado de ofrecimiento hacia el todo, libera potente energía que ayuda al despertar de muchos. Cuando las tinieblas toman todas las direcciones y las esperanzas se desvanecen, solamente la Luz Interior es capaz de iluminar los caminos por los cuales deben seguir. Están ustedes por presenciar el apogeo aparente de las fuerzas caóticas. Pero cuando están unidos a nosotros, por el amor inmenso dedicado a todas las criaturas y por el sincero deseo de que la Armonía y la Paz se hagan presentes en todo este Planeta, entonces están vinculándose a una inmensa red de Luz que envuelve y sustenta este Orbe.
El despertar de cada ser es auxiliado por la compasión de aquellos que ya están despiertos y que se desprenden de sí mismos en favor del todo.
El amor se expresa de las más diversas maneras. Cuando el Amor une a pocos seres, en razón de los vínculos anteriores, entonces ese Amor tiene cierta intensidad. Pero, cuando el Amor une a muchos, quienes aparentemente no se conocen, en razón apenas de la Luz y del Bien general, cuando no está condicionado a la reciprocidad y cuando no tiene nombres, lazos sanguíneos o afinidades aparentes, entonces el Amor se expresa en su más bella manera. El sacrificio de su Maestro Mayor fue en pro de todos, indistintamente, fieles e infieles, los que eran sus amigos y los que se decían sus enemigos, los que le extendieron la mano y los que se la negaron. El se enfrentó en sacrificio supremo para liberárles, para que pudiésen tener el ejemplo a seguir en los tiempos de dolor y de tinieblas. Sigan el ejemplo del Dulce y Amado Maestro Jesús. Ofrézcanse indistintamente, amando a todos aquellos que creen y a los que no creen, a aquellos que conocen y a los que no conocen, a aquellos que les aman y a los que les odian. Amense, ofrézcanse también en sacrificio, reconociendo que el amor Crístico habita en cada Ser, que todos algún día se rendirán a esta Luz, dejando los caminos oscuros que hoy recorren, retornando al Padre y reconociendo el sentido real de sus existencias.
Que su compasión por todos los seres sea una constante en sus existencias.
Que la Luz que permea los Universos pueda elevarlos, seres humanos, hacia la Gran Paz, la Paz que no tiene fronteras, que no tiene límites, la Paz infinita de aquellos que conocen la Luz.
Les dejo con mi abrazo cariñoso.

Nefertiti
(Mensaje psicofónico, recibido el 30 de abril de 1999, por un médium del GER)


Silencien

Paz en sus corazones!
Silencien sus bocas!
Silencien sus mentes!
Silencien sus corazones!
Adéntrense al templo del espíritu, a lo recóndito de su ser y dejen que la Luz sublime de las esferas celestiales les inunde.
El ser humano, criatura perfecta en esencia, centella de la Luz Divina, desciende a los mundos materiales por elección, para emprender valioso aprendizaje. Atravieza una gran escala, surge en la materia para vivirla, aprender con ella y al final redimirse. Recorre un inmenso camino atravezando todos los reinos de la naturaleza y al individualizarse tiene entonces la oportunidad de readquirir consciencia de su esencia cósmica por el ejercicio de la libertad.
Cae innumerables veces, perdiéndose en las ilusiones transitorias, alejándose de sus objetivos mayores, hasta que al final de ese tortuoso camino se encuentra con su esencia; sin embargo, solamente atravezando los bravíos océanos de dolores y contradicciones es que el ser humano puede ser capaz de reconocer la centella de Luz que brilla en su pecho.
Es por medio de la victoria sobre los conflictos, internos o externos, que redescubre la Paz.
A aquellos que ya vislumbran la Luz les compete ayudar y guiar diligentemente a los que todavía no tienen capacidad de divisarla pues, a cada instante, surge una nueva oportunidad de alcanzar no solamente destellos de luz, sino el amanecer que no se acaba.
Aprendiendo a amar, practicando con esfuerzo y constancia el "hacer a los otros lo que nos gustaría que nos hicieran", el ser humano alcanzará las esferas angelicales.
La búsqueda incesante por la iluminación que eleva es hacia donde el ser debe dirigir todas su fuerzas.
Persistan en la búsqueda de la Luz.
Persistan en la práctica del Amor, única partícula que construye el fuerte cimiento de la eternidad.

Akenatón
(Mensaje psicografiado, recibido el 14 de mayo de 1999, por un médium del GER)

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