viernes, 30 de agosto de 2013

07: Los Intraterrestres de Stelta


2do. Viaje - 9 de Junio de 1984

Sentí la presencia del amigo del mar. Lo ví más de cerca. Tenía los ojos castaño claro, almendrados. Me preparé varias veces para acompañarlo pero no fuí, dándome cuenta que podría ser necesitado para auxiliar en la incorporación de algún hermano que presentía llegar. Por tres ocasiones fuí hasta la puerta y regresé. En una de esas veces me quedé sentado en el banco cerca de la puerta. El amigo me esperaba de pie, aguardando que yo me decidiera a acompañarlo. Fue cuando ví a un viajero del espacio (así entendí que fuera), con físico semejante al nuestro, de pié, atrás de uno de los integrantes del grupo. El viajero estaba vestido de blanco, con detalles y casco plateados, abrió y levantó varias veces los brazos, algunas de manera significativa, aunque para mí eso era una incógnita. Me llamó la atención su rostro. Como si él leyera mi pensamiento, se quitó el casco. Tenía razgos finos, piel clara, ojos azules y cabellos hasta el hombro, también claros y casi blancos. No habló nada. Pero su rostro irradiaba calma y paz.
Decidí entonces acompañar al amigo del viaje anterior. Cuando empezamos a movernos en dirección al mar, me dí cuenta de que había una incorporación dificultosa, entonces decidí regresar definitivamente. Pedí disculpas a ERSAM (fue cuando él reveló su nombre) por el esfuerzo y tiempo perdidos. Quedé triste con los trastornos, indecisiones y principalmente por haber tomado el tiempo de aquella criatura. Sentí entonces que me venían a la mente una serie de revelaciones:
1 - ERSAM es habitante de una ciudad submarina llamada ARMAT.
2 - Que si unieramos Trinidad o Martins Vaz a Fernando de Noronha con una recta, y a partir de ahí construyéramos un triángulo equilatero, ARMAT quedaría situada en ese tercer vértice.
3 - Conseguí divisar un aglomerado de construcciones simples, rectas, con coberturas inclinadas que servían para captar energía y luz solar. Conseguí también ver planos inclinados, formados por cristales de sal de la propia agua del mar, aglomerados con precisión y manera científicas, encadenados por la tecnología avanzada de los hombres de ARMAT. La luz del sol que incidía en cada uno de esos planos se reflejaba y era sucesivamente reflejada en los siguientes planos, hasta el fondo del mar, sin perder el brillo o el calor. Me pregunté al respecto de objetos atravezando estos planos atómicos, como por ejemplo por navíos, peces, etc. y recibí una respuesta sorprendente: esos planos pueden ser atravezados sin que se perciba o que se afecte lo que le interfiere. No obstante, una fuerza poderosa los recompone inmediatamente, sin perjudicar el fortalecimiento de la energía y luz, teniendo a la vista que sobre cada ciudad el aglomerado de planos era bastante extenso. Percibí también que esos planos no son grandes, sin embargo forman un conjunto de trillones de ellos. La captación de luz durante el día se asemeja a una lluvia maravillosa de luz cayendo sobre los cristales de sal, vibrando en todos los colores conocidos, como si fuesen millones de aguas-vivas (medusas). Un espectáculo inimaginable.



3er. Viaje - 30 de Junio de 1984

Me dirigí a la puerta. ERSAM me esperaba. Salimos volando. Presintiendo que yo estaría sumergido en el agua, 18 horas, y llegáse a sentir frío, porque era invierno, inmediatamente apareció en nuestro camino algo como una cápsula transparente. Así la describo, ya que estaba dentro del agua y no me mojaba, pero no veía los límites de esa protección. Esa cápsula me acompañaba donde yo y ERSAM fuéramos. Sentí que nos sumergíamos en vertical. Inmediatamente nos encontramos en un espacio inmenso, lleno de aire, bajo el agua. La falta de agua por mucho tiempo en ese espacio me dejó intrigado. Apesar de haber recibido intuición de estar en un punto contaminado del mar, no conseguía entender como ellos podían vivir en ese lugar sin agua. No obstante, no recuerdo haber visto a ERSAM en el espacio sin agua donde yo estaba, aunque supiése que él estaba conmigo. Sobre la bóveda de la redoma de ese espacio ví el agua resplandeciente de reflejos de luz en los cristales de sal. Era como si fuese una bola inmensa sumergida. Donde tocaba el fondo del océano, en algunos puntos regularmente distribuídos, había fuentes de luz poderosísimas, que ahora supongo fueron la causa de aquella edificación singular y que aún entiendo, pudiese ser transportada para cualquier otro punto del mar. Me vino a la mente que tal vez fuese una estación en un lugar contaminado por desintegración de átomos detonados por bombas. Hoy tengo absoluta certeza de que eso es así.
ERSAM estaba conmigo dentro de la cápsula protectora, cuando nos sumergimos en el agua, lo que viene a probar que a donde íbamos él tampoco podía dejar de humedecerse. Percibí también que donde había fuentes luminosas que sustentaban el laboratorio ambulante, había aún alguna cosa que no pude comprender, tal vez un filtro limpiaba el agua, recogiendo el residuo atómico y de alguna manera encaminándolo, agregado in natura, de vuelta al medio ambiente. En ese mismo día, fuí llevado a una sala oscura donde una pantalla exhibía lo que al principio juzgué fuera una película. No se si la sala también estaba sumergida. El pasaje de un espacio a otro fue brusco. En la pantalla, un hombre de alta posición del gobierno, con traje militar, cuya nacionalidad no pude identificar, andaba de un lado para otro visiblemente irritado. Sentí que estaba bastante mal asesorado en el plano espiritual. Lo que al principio juzgué fuera una película luego percibí que era algo como una tele-noticia tan perfeccionada que captaba imágenes de cualquier parte en cualquier plano (físico y astral). Aquel espacio era como si fuese un centro de estudios para comprensión del comportamiento humano donde también se podía prever, con cierta anticipación, acontecimientos amenazantes para la vida de los pueblos sumergidos y de los propios terráqueos. Así, ellos podían ayudarnos y cuando eso no fuese posible por lo menos se resguardaban de nuestras agresiones contra nosotros mismos y contra toda la naturaleza.
Estaba cansado. Dormí durante el viaje, tal vez, por el hecho de que la sala estaba oscura. Desperté de pie frente a la puerta. ERSAM me dejó ahí delicadamente. En el día imaginé que tal vez pudiera haberse enfadado por haberme dormido durante un trabajo tan importante. Se fue y no le pude agradecer la compañía y el viaje. Agradecí entonces a Dios, pidiéndole que bendiciese a ERSAM y su tarea. Hoy estoy seguro de que él se fue antes que yo despertara para que no me sintiera avergonzado.


4o. Viaje - 30 de Julio de 1984

ERSAM me esperaba en la puerta.
Salimos en dirección al mar. Siempre tengo la impresión de que voy rumbo al Este, en dirección al Atlántico. Hoy, sin embargo, me faltaba esa referencia. Apenas sabía que iba en dirección al mar.
La inmersión vertical en esta ocasión me pareció diferente. Había algo como un espacio vacío en el medio del mar, como aquel centro del remolino. Pude ver que el agua rugía, girando velozmente alrededor del espacio vacío. Encontré el lugar parecido con el espacio abovedado sin agua del viaje anterior. Difería apenas porque había algo que no identifiqué: el orígen que generaba fuerzas gigantes que movían el agua de manera indescriptible. Algo batía el agua como una inmensa centrífuga. Recibí entonces la orientación de ERSAM, aclarándome que estabamos en el Centro de Recuperación de Aguas Contaminadas, localizado en el camino de una de las más poderosas corrientes marinas, que se supone queda situada en el Océano Pacífico. De manera simultánea me fue proyectado un mapa mundi vivo. En este mapa veía claramente que esa corriente fluía por la costa brasileña viniendo del norte, bordeando el continente americano por el sur y siguiendo su ruta por el Pacífico, donde en determinado punto estaba la usina. Quedé maravillado y emocionado con aquel inmenso trabajo que cuidaba de la flora y fauna marina y de la salud del hombre, porque a fin de cuentas ingerimos sal marina, nos alimentamos de peces y uno de nuestros pasatiempos preferidos es el baño de mar. Y para que eso continuara, nuestros amigos y hermanos trabajaban día y noche a fin de que ese equilibrio no se perdiera después de la detonación de armas nucleares experimentadas en alta mar.
Estaba pensando en ese trabajo paciente y sorprendente cuando de pronto sentí la presencia de ERSAM frente a mí. En seguida su rostro se transformó en el de un ser monstruoso, pero que de cierta manera guardaba rasgos suyos. Sentí en aquel momento un gran pavor, por un instante olvidé todo, toda la obra maravillosa hecha por ERSAM y su pueblo e imaginé que él me quería asustar y había preparado una trampa. Quedé grandemente sorprendido por el cuadro horrendo que me fue presentado bruscamente en la pantalla mental. En ese instante sentí que ERSAM estuvo todo el tiempo a mi lado. Que aquellas imágenes horribles eran resultado de las experiencias atómicas de la humanidad de superficie sobre los hombres del mar. Ni por un segundo hubo censura en el aire. Tampoco me sentí avergonzado por la obra maléfica de mis hermanos de superficie, porque percibía un significado mayor, más allá tal vez de los sentidos, de todo aquel encuentro. En aquel instante comprendí perfectamente que todos somos hermanos, no importando el espacio, el planeta o la dimensión en que se viva. Me sentí más con valor al observar el cuadro triste al frente como la proyección de una transparencia sobre una gran pantalla. Los rasgos finos del rostro de ERSAM, su cráneo redondeado e iluminado, se había degenerado. La piel fina y morena se había tornado irregular, tosca como piel de un cocodrilo. El cráneo se tornó puntiagudo, en lugar de aleta luminiscente había solo una cresta dura y negra. No ví boca ni nariz, apenas unos rasgos en la cara asemejaban el lugar antes ocupado por esas partes, en compensación; los ojos se había degenerado y la pobre criatura poseía dos pares de ellos. La cabeza demasiado alargada, no había semejanza alguna con mi amigo ERSAM. Era un cuadro bastante triste. Esas visiones me taladraban la mente. Vibraban dentro de mí, sólo, en el vacío, en lo oscuro.
Me recuperé nuevamente de la visión. No sabía si aún estaba o había yo regresado al Centro de recuperación de Aguas. Por unos instantes estuve solo. Entonces surgió un ser pequeño de apariencia igual a la nuestra; un hombre en miniatura. Me miró de manera significativa. Salió en dirección a un tunel que se adentraba hacia la tierra. Sentí de manera instantánea una simpatía por aquel ser. Fuí en la dirección que él había seguido. Llegué cerca de la entrada del tunel, pero no continué porque percibí que yo era muy grande para entrar allá. Esperé por algunos instantes y como aquel ser no volvió a aparecer, entonces regresé al lugar donde me encontraba antes de que él apareciera. Desde allá miré hacia la entrada de aquel tunel. Allá estaba él, portando en su pequeña mano algo que brillaba y reflejaba la luz y que se modificaba con vivas vibraciones. Entonces él camino hacia mí y me entregó un bello cristal. Lo sujeté y le agradecí por aquel lindo obsequio.
Nuevamente ERSAM estaba conmigo. Entonces mentalmente me dijo: Vamos, por hoy ha sido suficiente. Ya hasta te has ganado un obsequio.
De manera casi simultánea ERSAM me hizo referencia a las criaturas marinas que luchan contra fuerzas maléficas y que son responsables por algunos de los secuestros de hombres y objetos en determinados puntos especiales del mar, como por ejemplo en el área cercana a las Bermudas. De cierta manera, sentí que él nos prevenía. Entramos nuevamente hacia el centro del remolino, protegidos como al inicio del viaje y regresamos hacia a la puerta de la sala de reunión. Agradecí a ERSAM por el maravilloso paseo mientras él regresaba al mar.


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