viernes, 30 de agosto de 2013

08: Los Intraterrestres de Stelta


5o. Viaje - 11 de Agosto de 1984

Dejé la mesa y me dirigí a la puerta de la sala. Sabía que hallá encontraría a ERSAM. Partimos en dirección al Este, asegurándome de su mano. No recuerdo haberla visto antes. Cuando la tuve entre mi mano sentí que era igual a la nuestra, aunque un poco mayor y me transmitía seguridad. Curiosamente la miré y me dí cuenta de que era verdosa, cubierta en algunos puntos con pequeñas y finísimas escamas en la parte superior.
Al aproximarnos al mar las cápsulas translúcidas aparecían envolviéndonos y nos sumergimos en el agua de manera diferente. Nos sumergimos con los pies. Inmediatamente, seguimos a gran velocidad haciendo un zig-zag abierto, siempre con los pies precediendo al cuerpo, como si fuéramos tragados a gran velocidad. Sabía que estábamos siguiendo la dirección norte sumergidos en el Atlántico. Jamás había viajado en aquella posición. Entendía que estábamos en una ruta, dirigiéndonos al encuentro de un punto determinado. Me surgió en la mente tres palabras: Atlántida, Mar de los Sargazos y Triángulo de las Bermudas. Seguidamente nos detuvimos frente a un plano translúcido inclinado, muy difícil de ser percibido. Sentí que nos acercábamos a el, cuando lo ví girar. Inmediatamente percibí que estábamos en otro lugar, otra dimensión. No conseguí ver perfectamente las cosas. No sé definir si era agua o una neblina, sólo sé que ví volúmenes grandes de objetos que asemejaban ser navíos y aviones. Tuve la impresión de que hallá estaban guardados hace mucho tiempo, como si eso fuera un gran depósito. ERSAM, quien estaba a mi lado me habló. Apenas sentí que era hora de regresar. El regreso fue más rápido que un abrir y cerrar de ojos. Nada especial aconteció.
De vuelta a la mesa de reunión, me preguntaron si ERSAM aún estaba por ahí. Respondí que no lo estaba viendo. Querían hacer preguntas. Sugerí que las hicieran, pues si él estuviera presente seguramente que no dejaría sin responder tales preguntas.

1) ¿Es verdadera la historia de los monstruos marinos que han sido vistos en el litoral Brasilieño?

ERSAM: La verdad es que las experiencias atómicas han producido tantos monstruos visibles que no deben dudar de los que se transformaron por tales radiaciones, en las profundidades de los océanos. Debo recordar que algunas especies aún desconocidas, sin estar transformadas les parecerían feas, imaginen entonces algunas que hallan pasado por un proceso de degeneración.

2) Estamos dispuestos a publicar un libro al respecto de la ciudad intraterrestre visitada por uno de 
nuestro médiums en viajes astrales. Nos gustaría saber si está usted de acuerdo con la publicación y si usted puede colaborar con nosotros, a través del médium, dándonos informaciones sobre su trabajo.

ERSAM: Desde el inicio ha sido esa nuestra intención: divulgarlo y, sin querer herirlos, advertir sobre los peligros de los experimentos atómicos y nucleares. La idea de divulgar esos contactos, sea de la manera que fuera presentada, también es nuestro propósito.



6o. Viaje - 20 de Agosto de 1984

Aproximadamente a las 21 hrs. iniciamos los ejercicios de desdoblamiento.
Me levanté como siempre y me dirigí a la puerta de la sala. Desde allá, miré a todos los que estaban reunidos alrededor de la mesa, incluso me ví sentado a la cabecera.
Vale la pena mencionar que antes de iniciar este trabajo final, ya había presentido que estaba siendo esperado por dos seres.
Anticipadamente, ya estaba ansioso por el viaje, en vista de la curiosidad que despertaba en mí la vida diaria de estos seres, cuya tarea nos proponíamos divulgar. Podía divisar el aspecto de la mujer. Sabía que en su cabeza había dos filamentos de luz que salían de lo alto de los huesos temporales y describían una curva suave hacia abajo, doblándose a la misma altura y se aproximaban atrás de la cabeza para descender y juntarse en la base del cráneo.
Así realmente era ella, rápidamente lo noté. No había gran diferencia entre sus facciones y las de él, que yo ya conocía. Sin embargo, no tuve tiempo de apreciarla más detalladamente, pues de inmediato mis manos fueron tomadas de manera enérgica, y me sentí como siendo asaltado y de inmediato ya estaba en la calzada del lugar donde nos reuníamos, pronto para salir. Fue entonces cuando noté que algo no estaba bien. Pensé un poco y transmití ideas a las criaturas, algo como "¿Por qué tanta prisa?" y "Quiero ver mejor quiénes son ustedes". Miré el rostro de mi amigo ERSAM. Había algo que no me inspiraba confianza. Sus ojos eran huidízos, como si alguien usara una máscara bien hecha. Hoy, cuando recuerdo eso, siento que si hubiera tenido tiempo de mirar un poco más, sabría que era otra persona disfrazada. En aquel momento me sentí fuertemente atraído para mirar a la mujer y percibí en sus ojos un brillo de perversidad sólo por un instante porque entonces ella se rió, levantó el brazo y me cubrió como con una ala, una membrana translúcida, a pesar de ser gruesa, de colores mezclados, que le unía el brazo al cuerpo. Me sentí entonces levantado para volar junto a esos seres a gran altura. Sobrevolamos el mar y continúamos volando. Nuevamente desconfié.
No distinguía bien en esa ocasión. Era como si fuese llevado al lugar sin que supiera el camino. Entonces sentí que estaba en un lugar cercano a una gran escalera muy inclinada y sin protección. No había casas cerca. Ví a una mujer sola subiendo la escalera. Ella estaba de blanco y llevaba una bandeja con algo como frutas. Parecía incoherencia…
Quería regresar, me sentía sólo, engañado y abandonado por mi amigo. De repente me pude percibir en lo alto, al final de la escalera. Rcuerdo que no quería ver lo que acontecería. Estaba sentado en un pequeño banco. Coloqué la cabeza entre las manos y me quedé pensando, queriendo regresar. Tenía la sensación de que algo, como mi cuerpo que dejé atrás, fuera informado por el espíritu para regresar pronto, pero había algo que me daba, al mismo tiempo, fuerza para querer continuar, ir hasta el final. Entonces, se abrió en mi mente un inmenso cuadro. No sé si era un videncia dentro del viaje astral, o si estaba en realidad en el lugar presenciando lo que acontecía. No sabría precisar si el tiempo era presente, pasado o futuro. Hoy estoy propenso a pensar que era pasado.
Un bando de hombres-pez (???) seguía un barco desde hace tiempo. Era de día y el sol atravezaba las aguas dando un color amarillo-esmeralda irreal a aquellos hombres que seguían al pequeño barco. Instantes después, no sé como, sentí que aquellos hombres hacían una corriente mental y pude ver que paralizaban a alguna personas de la embarcación. Nuevamente ví que los perseguidores entonces aumentaban el poder de concentración y una fuerza que identifiqué como destructora y nefasta vibraba de manera extraña y agigantándose fue afectando toda la materia existente dentro del círculo cerrado. El barco se fue tornando gris como si fuera tragado por una bruma, como una proyección se fue desvaneciendo con la llegada de la luz. Sentí que los tripulantes del barco sufrían una muerte diferente, atroz por la novedad que representaba. No pude ver el rostro de esos hermanos. Me fue permitido oir gritos pavorosos que me hicieron imaginar la dimensión del sufriemiento ocasionado por aquel tipo de muerte, algo como si fuera posible volver a una persona al revés, manteniéndola aún viva. Imaginé que ellos quedarían como muertos-vivos en otra dimensión.
Regresé angustiado, triste y decepcionado por no haber encontrado a mi amigo ERSAM.
Mentalmente preguntaba el por qué haber sido engañadao por aquellos seres disfrazados, por qué había permitido tal cosa, y por fin pregunté dónde había él estado cuando casi había sido secuestrado. Sentí entonces emanaciones de seguridad y amistad. ERSAM, muy cerca de mí, me dijo que había estado junto a mí todo el tiempo. Sentí fuerte emoción, sin embargo, me soprendió verlo retornar a Armat, dejándome lleno de interrogantes.



7o. Viaje - 25 de Agosto de 1984

Me encontré con nuestro amigo en la puerta. No había duda de que era ERSAM. Ni yo ni él mencionamos nada al respecto del viaje atribulado del desdoblamiento anterior.
Instantáneamente después de haber tenido como último registro de localización la calzada frente al lugar donde nos reuníamos, me ví frente al mar en la Región Noreste de Brasil. Me dí cuenta, en el día del desdoblamiento, que estaba planeando sobre aquella región, ya que era tan viva la reproducción de la costa, sus contornos, el agua verde del mar en las regiones someras, translúcidas y claras. Me fijé que, perpendicular al triángulo formado por la punta noreste del Brasil y diagonal al Ecuador, había algo como una gran muralla en las profundidades del mar. Después, en el fondo del océano, quedamos largo rato observando aquella construcción. Había algo como cortes paralelos por donde pasaba el agua, en toda la extensión de la barrera. No recibí informaciones de ERSAM, ni conseguí captar sus pensamientos a fin de entender la utilidad de aquella "usina". Recuerdo que sentí la voluntad de salir, ya que en aquel lugar hacia mucho que permanecía sin entender el significado de aquella construcción, pero había algo que me forzaba a continuar en el lugar. Entendí entonces que por aquella barrera pasaba una corriente venida del Atlántico Norte, por el fondo del océano. Llegando próximo al litoral noreste brasileño, que se encontraba dentro del Atlántico, la corriente venía a la superficie cuando se aproximaba a la plataforma continental. La barrera servía entonces para retirar las impurezas contenidas en el agua y al mismo tiempo apartarla del litoral, desviándola hacia la parte central del Atlántico.
Saliendo de ese punto, nos encaminamos en dirección a Armat. En ese momento pregunté a nuestro amigo por el cristal que me ganara como regalo de aquel pequeño hombre, en un viaje anterior. Me respondió que el cristal llegaría a mí y que no me preocupara cómo ni cúando, pues lo reconocería; tal vez lo hallara, ganara o hasta lo comprara, no importa pues sabría cual era mi cristal. Después de esa respuesta quise hacer otras preguntas pero no sabía como formularlas de manera específica pues siempre se me escapaban de la mente. Desistí en eso, prefiriendo prestar atención a mi alrededor. Estaba en un lugar que imaginé como si fuera una salón de clases. Todo lo que ahí ví y oí pasó a una velocidad increíble, como destellos, no obteniendo detalles precisos sobre los acontecimientos que ahí sucedieron.
Cuando salí del "Cinturón del Noreste" en dirección a ARMAT me ví en un lugar claro, con agua tan limpia que apenas irradiaba una luz verde, así como nuestra atmósfera acumula azul a la distancia. Había varios niños risueños brincando. Se acercaban, subían, hablaban y se movían como pequeños peces flotando. Después observé un salón de clases donde no había paredes ni techo, sino un límite en el espacio, todo muy claro y silencioso. Los niños prestaban atención a un ser que hablaba de modo tranquilo, transmitiendo paz, seguridad y sabiduría.
El tema del aula era algo como "Hay muchas moradas en la Casa del Padre". El maestro iniciaba la conferencia hablando al respecto de nosotros, terráqueos, que vivimos en ésta "Morada" llamada Tierra. Transmitía un inmenso amor por nosotros y enseñaba que en todas las situaciones les cabría a ellos comprendernos aunque ellos fueran perjudicados no deberían desquitarse. Deberían protegerse y después reparar los daños, causados por el desquilibrio en el ambiente. Entendí que ese amor y esa comprensión podrían ser entendidos y llevados a un grado hasta de sacrificio. El maestro insistía que debíamos ser comprendidos, ayudados, respetados y amados, como se quiere a un hermano, como se quiere a un niño. En ese salón había luz, color y sonido en una armonía tan perfecta que imaginé que fuera el amor materializado. Salí de ese ambiente sublime y me encontré en un lugar parecido al anterior. Una luz azul profundo como la de la Luna aclaraba el ambiente con suavidad. El lugar vibraba como una especie de magia. Ví entonces dos seres aproximarse uno al otro. Dos cuerpos fluídicos caminaban el uno hacia el otro. Cuando se tocaron, primeramente en el tórax, a la altura del corazón, ví centellar una luz. En seguida alzaron los brazos. Los brazos izquierdos rodearon el cuerpo del compañero y quedaron con las manos abiertas; los brazos derechos fueron levantados hacia arriba, como fuente de captación de energía. Entonces, los cuerpos, de los pies a la cabeza, fueron recorridos por ondas de luz y centellaron por algún tiempo, tres veces con mayor intensidad. Recibí información de que el bebé estaba concebido y por un tiempo, que no sé precisar, él se materializaría fuera del cuerpo de la madre. El cuerpo fluídico se iluminaría y se haría más denso hasta nacer. Esta última etapa no demoraría mucho. Imagino que con base en nuestro tiempo sólo sería cuestión de minutos. Tengo la intuición de que ellos tenían conocimiento de la hora exacta en que la criatura se materializaría, que sexo sería e incluso sabrían quien es el espíritu reencarnante.
A partir de ahí las informaciones más completas me eran mostradas a través de la videncia, donde tuve oportunidad de observar escenas oriundas de su planeta de orígen. Recibí informaciones de que la alimentación era hecha a base de algas líquidas dentro de cápsulas o tabletas, y entiendo que eso era absorbido integralmente por el cuerpo. Si había algo que debía ser eliminado era muy poco, como una transpiración, no contaminando el agua ni el ambiente, algo completamente imperceptible. Los nutrientes recibidos de los alimentos variaban de acuerdo con la energía captada por el Sol o niveles de cultivo en relación a la superficie del agua, tiempo de colecta, edad de las algas, etc.
En relación a los medios de transporte, me fue revelado que no había automoviles ni naves dentro de las inmensas ciudades. Ellos se transportaban velozmente cuando lo necesitaban, tal vez a más de 80 km/h. Hacia afuera de la ciudad, o sea, fuera de la protección anti-contaminante atómica, de un océano a otro, si es que lo interpreté perfectamente, ellos se desmaterializaban en un punto y se rematerializaban en otro.
Enseguida pregunté por las ropas, a pesar de nunca haberlos visto usando algo de la cintura para arriba. De la cintura para abajo nunca me fue permitido ver a algún ser, a no ser en esta ocasión cuando ví a los niños. Tenían dos piernas como nosotros, apenas los pies eran un poco mayores, y donde tenemos dedos había algo como pies de pato para nadar, sin exagerar al grado como las que fabricamos. Los pies de mis amigos eran maleables, flexibles, translúcidos y casi luminosos, con tonalidades predominantes de un verde esmeralda y verde agua. Por momentos se movían rápidamente y por otros tan suvemente que parecían tocados por una suave brisa. Ví que no usaban nada para esos movimientos, no obstante, pregunté con desconfianza si usaban algo adjunto y que no lo pudiera yo percibir. El me respondió: fíjese en mí. Entonces miré su cuerpo de arriba para abajo. No era nada diferente al cuerpo de los niños aquellos. Tal vez algo más desenvuelto por la edad. Me dijo algo como que "no tenemos nada que esconder". Los cuerpos son libres y lisos. Cabeza, tronco y miembros libres al movimiento, como nuestro cuerpo. No había zonas genitales visibles externamente. Deduzco que ya estaban libres del poder abrazador y esclavizante del sexo. Por lo que ellos estarían viviendo un nivel altísimo de ejercicio de amor, caridad y comprensión.
Sentí entonces que era hora de regresar y ahora todos esas visiones vibraban como destellos en mi mente confusa, por ser proyectadas y aprendidas tan intensamente rápido. No ví o sentí el viaje de regreso. Estaba inmerso en todas aquellas maravillosas revelaciones. Presa de inmensa emoción agradecí por todo y retorné a la Tierra.

No hay comentarios.: