jueves, 29 de agosto de 2013

Perdón, Maestro


Hace casi dos mil años, cuando agraciados por la Bondad Divina, convivimos más de cerca Contigo, desperdiciamos oportunidades valiosas en los encuentros que tuvimos, en las reuniones en que Te oímos y en el contacto diario con Tus discípulos por las calles de Galilea.
El tiempo siguió su ritmo natural, no importando si lo aprovechabamos bien o no, conscientes de que, tarde o temprano, nuestro espíritu maduraría hacia las verdades contenidas en las máximas proporcionadas por el Maestro, quien ya en aquella época insitía en la necesidad de nuestra renovación espiritual.
Hoy, más cerca de las enseñanzas dejadas por Tí, desde aquel tiempo, nos acordamos cariñosamente de Tu presencia y nos recriminamos por nuestra omisión, aunque confiamos en que descubrimos caminos importantes para la evolución de nuestras individualidades y hemos de andarlos a cuesta de cualquier sacrificio.
Reconocemos Tu bondad, ejemplificada en el testimonio de la cruz donde, sufriendo dolores físicos y morales, encontraste fuerza suficiente para pedir al Padre perdón para Tus verdugos.
Enséñanos Jesús a ser como Tú.
Envuélvenos, Maestro, en esa vibración amorosa que emana de Tí, proporcionándonos la Paz del Espíritu, a fin de que comprendamos la majestuosidad del perdón, único camino capaz de hacernos sentir en Paz.
Perdónanos, Hermano Mayor, todo lo que hemos venido haciendo durante todos estos siglos contra Tí y auxílianos para reformarnos y para que transformemos nuestros tormentos en esperanza, visualizando luces cercanas para aclarar nuestra vía futura.
En esta época en que Te sentimos más cerca, nos acordamos de Tu pasaje por este mundo, Tus enseñanzas, Tus parábolas y particularmente de Tu Figura Mansa y Pacífica y nos emocionamos, perplejos por la distancia que a veces nos separa, porque en la mayoría de las veces no nos damos cuenta de que estas tan cerca.
Absortos en la rememoración de los tiempos en que convivimos con Tu presencia, quedamos entristecidos por no haber sabido aprovechar las oportunidades de la ocasión, sin embargo, reconfortados por Tu voz que hasta hoy oímos, confiamos en que un día estaremos más próximos a Tí.
Recibe las oraciones de Tus Siervos y envuélvenos en Tu Paz.

Espíritus Amigos
(Mensaje psicografiado, recibido por un médium del GER)

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